La entrevista que a continuación se publica, realizada por la crítico de arte Elvia Rosa Castro al estudioso y coleccionista José Almarales, es una motivación importante para nuestro perfil online, dado que El Árbol rojo tiene dentro de sus objetivos incentivar a aquellos que comienzan a tener curiosidad por hacer una pequeña colección de arte.
La historia de José Almarales es inspiración para todos los que aman atesorar algo desde pequeños y que al final del largo camino se sientan satisfechos por los logros alcanzados. Sus archivos de arte guardados celosamente están al alcance de todos, satisfacción que siente cuando alguien se nutre de ellos.
Las páginas de El Árbol rojo forman parte de esos tesoros que por años nuestro coleccionista ha tenido en sus archivos; hoy con orgullo mostramos esta entrevista dándole las gracias al entrevistado y al Sr. Corchea.
En este blog he publicado tres entrevistas a coleccionistas de arte cubano sin tener una agenda clara sobre ello. No había mucho en común entre ellos tampoco, salvo su pasión por el arte. Uno es extranjero, otros nativos; tres pertenecen a la misma generación, el otro a una anterior. Tres muy amigos; al otro aún no lo conozco. Las entrevistas a, a saber, han sido: “Como si fuera cerca de Werder, que está cerca de Potsdam, en un lago de nudismo pero no”, a Axana Álvarez y Orlando Justo; “Laisse faire, laisse parler. Introducción a François Valée”; y “La casa de un alma vanguardista”, entrevista a Juan Carlos Freijoso.
Dentro de la Cuba post59, el dealer de arte y el coleccionista, si no provenían de las filas del rancio y elitista PSP, no era bien visto. Mercado y dinero eran igual a demonio. Sin embargo, paralelo a este desdén, siempre leías una queja: “dependemos del coleccionismo foráneo; no hay coleccionismo dentro de Apagonia”…La realidad, que es más rica y tosuda que el dogma, viene a susurrarnos lo contrario.
Siendo el mundo del coleccionismo un terreno fascinante, a la vez que garantiza que el mundo del arte y los artistas crezcan y existan, he ideado una serie de entrevistas sobre el tema. Esta decisión, además, fue impulsada por las recientes experiencias en la fan page de El Señor Corchea en Facebook, donde varios coleccionistas no emergentes pero sí jóvenes interactúan. Tal serían los casos de Daniel Águila, Miguel Abreu, Mario Mencía, y José Almarales, quienes con su sola existencia están desinstalando el mito de que no hay coleccionismo local en la isla.
Hoy les comparto la entrevista realizada a Almarales, de estos últimos con el que más interactuado en la “vida real”. Y no será el único. Los tres que he mencionado en el párrafo anterior, están en la mira y serán los próximos. Por lo pronto, disfruta de este trozo de biografía, cuyo protagonista ha suministrado suficiente gas para que el tren siga marchando.
ERC: Una pregunta aparentemente simple y bien directa: Cómo surgió el interés por coleccionar arte?
JA: Ante todo mi agradecimiento por tenerme en cuenta para esta entrevista; es un placer contestar cada una de tus preguntas, las cuales responderé con la mayor certeza posible.
Mi interés por coleccionar Arte Cubano comenzó por los años 1982-1983 sin darme cuenta, sin ningún interés en ese momento de hacer una colección como la que tengo hoy en día, por ese entonces vivía muy cerca de San Alejandro, mis amigos de Marianao muchos de ellos estudiaban allí, como por ejemplo Nilo Castillo. Nos reuníamos en su casa para hablar de Arte y escuchar a Gino Vanelli entre otras cosas que recuerdo. Por esa época comencé a visitar el Taller de Serigrafía Rene Portocarrero con un gran amigo mío Víctor Manuel González, que actualmente vive en Argentina. El taller era un laboratorio de Arte en esos momentos y todos los grandes artistas de la generación de los 80 trabajaron o pasaron por allí. A partir de ese momento me empezaron a “Regalar” las primeras obras que tuve y empecé a guardarlas cuidadosamente, hasta que me entró ese bichito que jamás sale, volviéndose una total adicción.
ERC: Jose, posees más obras en papel y editables creo. Qué incidió en ese foco? Gusto personal, precios?
JA: Tengo mucha obra en papel, principalmente porque me fascina! .Encuentro cosas y sentimientos en ellas que otros soportes no me lo dan , aunque para muchos sea de menor valor; hay en ellas una intimidad que en otros soportes no la encuentro . Creo y pienso que coleccionar va más allá de un soporte, sino en lo que realmente te gusta. Para mí la obra en papel tiene una magia increíble!
ERC: Otra pregunta sobre dónde has emplazado tu diana, esta vez geográfica: Villa Clara. Qué te llevó allí?
JA: Villa Clara ha sido un punto muy especial para mí, porque me encontré con el archivo de José Luis Rodríguez de Armas (El Chino), a quien conoces muy bien. Y de este archivo lo adquirí casi todo, eso me dio una visión de lo que se hizo en la década de los 80 y de la gran labor realizada por él con casi todos los artistas de esa generación, aspecto que me ha servido de mucho de manera personal. Luego, me involucré con los artistas de Arte Popular entusiasmado por Orlando Hernández, y eso fue otro pretexto para visitar e indagar el centro del país, donde se originó el mayor movimiento de este tipo, liderado por José Seoane Gallo y después por Samuel Feijóo. Siempre que vuelvo, descubro algo increíblemente novedoso que me vuelve a crear una adrenalina única, como por ejemplo la obra y la vida de un artista ya fallecido de Caibarién, llamado Bernabé Aquino.
ERC: También has enfocado tu colección en los 80 y tienes obras que considero icónicas de un período determinado. Mi evolución intelectual se dio admirando series y piezas que solo conocía de referencias y diapositivas, resulta que posees algunas! Me quito el sombrero. Alguna razón en particular de por qué escogiste ese período?
ERC: Sé casi de primera mano que te encanta coleccionar también documentos relacionados a la producción artística, fotografía de eventos, efímera. El coleccionista se vuelve de laguna manera un historiador, no crees?
JA: Es cierto, me encanta coleccionar documentos, fotos, papelitos con notas, catálogos originales hechos a mano, en fin todo lo que antes la gente botaba y tiraba; hoy en día son un tesoro de conocimiento y muchas de esas pequeñas cosas muestran la historia o el porqué de muchas obras, eventos y momentos que se desconocen. Siempre guardé todo por mas mínimo e insignificante que fuese, hay muchas personas que me dicen: Pero como tú tienes eso! , y créeme que he ayudado y brindado con esto mucha información que ha sido útil a estudiosos en el tema. Para mí en lo personal es como un gran tesoro que ayuda a entender el arte en su máxima expresión.
JA: Siempre he recibido ayuda y sobre todo he aprendido mucho más con los mismos artistas, hablando con ellos, escuchando sus historias, las cuales NUNCA aparecen en los libros y son la raíz de todo, creo que en eso radica el verdadero conocimiento para entender mejor la historia del Arte Cubano.
También conozco a casi todos los grandes críticos y curadores cubanos; por ejemplo: Pepe Veigas, Ramón Vázquez, Roberto Cobas, Corina Matamoros, Gerardo Mosquera, Osvaldo Sánchez, José Luis Rodríguez de Armas, Betty Gago y Orlando Hernández, con este último me une una muy cercana relación de amistad, lo admiro y respeto mucho y me ha brindado un conocimiento como nadie, realmente los que lo conocen saben que es un libro abierto.
Creo que aprendo de todos, y eso es lo principal.
ERC: Ahora, en otro sentido. Sé de primera mano porque fui una de las fundadoras de Subastahabana, que las instituciones no confiaban mucho en los coleccionistas privados residentes en la isla. Ustedes vivían como en un mundo paralelo pero ahora todo ha cambiado supongo que para mejor en ese sentido. Pudiera decirse que una comunidad, aunque sea pequeña de coleccionistas jóvenes cubanos dentro de Cuba?
JA: Mirando un poco hacia atrás, opino que el coleccionismo privado no era que no fuese bien visto, sino que a mi entender no era legitimado y siempre tenía un aura detrás como en el Límite de lo mal habido, pues trae consigo ganancias y muchas veces de sumas altas, aunque los coleccionistas pagaban a las instituciones el % correspondiente por cada venta, siempre el coleccionismo va aparejado a la compra-venta y eso es algo que mueve dinero, sea cual fuese.
Muchas veces uno tiene varias obras de un artista y vende alguna y compra otra para mejorar la colección o simplemente por tener variedad de la misma. Creo que las instituciones si tuvieran más vínculos con los coleccionistas funcionaran mucho mejor, pues la visión es muy diferente y aportaría otra perspectiva para mejor.
Actualmente creo que el coleccionismo dentro de la isla se ha vuelto más interesante; y las redes sociales han ayudado en eso para bien del arte nacional. Siempre el coleccionismo interno juega un papel importante para que el arte se valore mucho más. Aunque esto es solo una chispa de lo que se puede ver, falta mucho para que la llama se encienda.
JA: El Arbol Rojo se creó justo al comenzar la pandemia en el año 2020, aquello que nos dejó a todos inmóviles y encerrados. En esos momentos Sandra Contreras y Vivian Companioni aún tenían El espacio de Arte Seis Seis que lamentablemente tuvo que cerrar; a partir de ese momento a Vivian se le ocurrió la idea de crear una plataforma online utilizando de fondo una parte de mi colección, el objetivo era crear una página web que mostrara solo obra en papel y fotografía con precios muy cómodos para el público interno y en general; también que sirviera para aquellos que quisieran comenzar una colección de arte o hacer un regalo, luego existió la idea de hacer una tienda física en La Habana, pero aún no se ha podido llevar a cabo. Es un proyecto personal de Vivian Companioni, el cual apoyo enteramente porque la tienda-galería trabaja únicamente con parte de mi colección.
Referente al Archivo que mencionas, creo tener una amplia información visual y escrita muy bien organizada. Me he tomado el trabajo y el tiempo de digitalizar muchas cosas y también me complace sobre todo ayudar a aportar información y sacar a la luz muchos aspectos de interés sobre el Arte Cubano desconocidas por completo. Creo que lo que más me apasiona es la información que hay detrás de una obra y un artista, casi siempre me enamora una obra habiendo conocido su historia, pero te repito, todo mi Archivo está disponible a quien lo quiera utilizar, es algo que realmente me complace, aparte del conocimiento que me aporta en lo personal.
ERC: Por último, en el caso de Marta María Pérez, de coleccionar su obra te has vuelto prácticamente su albacea. A mí me ha maravillado mucho ese proceso que llevas de acompañamiento, apoyo, y promoción sostenida de su obra. Coméntanos más sobre esto.
JA: En el caso de Marta María Pérez, ha sido para mí un gran honor y privilegio trabajar junto a ella y ser parte de su quehacer desde hace varios años. Es una de las grandes artistas de nuestro país e internacionalmente muy conocida, valorada y respetada por su magnífica obra. Ante todo somos grandes amigos, ya soy como parte de su familia.
Comencé a trabajar con Marta casi unos 8 años atrás; me he encargado de organizar todo su archivo personal y digitalizar lo referente a su obra desde su comienzo, lo cual me ha llevado mucho tiempo y dedicación pero ha valido la pena. A su lado he aprendido mucho, ella es parte de esa generación que colecciono, admiro y valoro.
También tengo el privilegio y la responsabilidad de atesorar toda la obra que está en Cuba, pues Marta María vive y radica en el DF, México. Por otra parte trato de que su obra esté presente en su país, y en los proyectos que amerite su presencia ya sea nacional o internacional. Hemos logrado un buen equipo basado en el respeto, la confianza y la amistad que nos une y así ha funcionado este binomio hasta los días de hoy, a la perfección.
Imagen de portada: Flavio Garciandía: Sin título, 1990. Mixta sobre cartulina, 50 x 70 cm