La exposición Acerca de la fe y la sustancia quedó inaugurada el 28 de Enero de 2023 y estará expuesta hasta el 27 de Febrero en el Centro Cultural Padre Félix Varela, de la Habana, Cuba. Participaron diferentes artistas de diversas generaciones, entre ellas, dos obras de la artista visual Marta María Pérez Bravo, (El árbol rojo atesora en sus almacenes obra de la artista).
A continuación el texto de la muestra curada por la especialista Niurka Fanego Alonso y las palabras dedicadas a la obra de Marta María Pérez, específicamente.
Texto principal del plegable dedicado a la exposición
Acerca de la fe y la sustancia
San Juan Pablo II se entregó a una larga y compleja vida en pos del ecumenismo. Al dedicarse en cuerpo y alma a la unión de las iglesias cristianas, animaba, indefectiblemente, a la comunión entre países, personas, espiritualidades. En su visita apostólica a Cuba, la primera de nuestra historia, recibió diversas impresiones sobre la idiosincrasia religiosa del cubano, o mejor, de las formas en que esta se expresa. Y en su mensaje, exhortaría: “Que Cuba se abra al mundo con todas sus magníficas posibilidades, y que el mundo se abra a Cuba”. La dimensión interpretativa en torno a este deseo, puede aplicar a diferentes ámbitos de la vida cotidiana, y entre ellos, el universo del arte contemporáneo se perfila como lenguaje y texto de ilimitadas potencialidades; se inserta en la cultura nacional; se anima a través de generaciones de artistas y le habla hoy a Cuba y al mundo con la fuerza, las certidumbres y las búsquedas que le son inherentes.
Hay en Cuba una larga y rica tradición vinculada al arte religioso, al cristianismo y, particularmente, al catolicismo. Por ello, abordamos la curaduría como un abrazo a lo prolífico, desde los predios de la espiritualidad, de las inquietudes, las disonancias y las concordias; de la introspección, las dudas, la búsqueda del conocimiento y la recuperación de pasados como sostenes del futuro. Artistas de diferentes generaciones comparten su maestría en la pintura, el dibujo, la fotografía y la instalación, así como su sensibilidad para indagar e interpretar los sentimientos en torno a la nacionalidad. También las metáforas y la poesía, los sueños y las falsas reliquias se despliegan en este edificio, que fue sede original del Seminario Conciliar de San Carlos y San Ambrosio, “centro principal del saber en Cuba, el más docto a la vez que más progresista”, según Emilio Roig de Leuchsenring; espacio donde antes y ahora, se ha vivido por la cubanidad y la nación, por la Patria, la Ciencia y el Humanismo.
Cada obra, en esta exposición, es un espacio que se le ofrece a la diversidad del albedrío intelectivo, espiritual, artístico. Es, en principio, la consecuencia de asumir esa condición como esencia, tanto como aquella relacionada con el credo y su praxis legítima y auténtica. Cada obra es una confidencia que se extrae del interior del alma, se trasunta gracias a los códigos del arte, y se socializa.
En el mundo cristiano, la Historia del Arte ha sido, por siglos, la historia de la fe, presentada desde la Belleza. La historia del amor es, asimismo, la historia de la fe. San Juan Pablo II refería que la fe era un don, una gracia divina, pero que también lo era la razón: creer para entender; entender para creer. Aunando tales precedentes, y desde el corazón de la otrora villa de San Cristóbal de La Habana, compartimos esta invitación acerca de la fe y la sustancia.
Comentario dedicado a las obras de Marta María Pérez Bravo
Contemplar las obras de Marta María Pérez Bravo es siempre una experiencia de un marcado esteticismo. En buena parte del arte religioso, la factura, el acabado de las formas y de las superficies, sostienen un alto valor sígnico, y Marta María pertenece por completo a esa tradición. Sus imágenes son depuradas, por lo general evoca el cuerpo total a través de sus partes, y la presencia de acciones pudiera convertirse en el eje de la representación. Algunas piezas parecen haber sido hechas para presidir rituales, son pulcras y cargadas de experiencias personales, pues, de hecho, su desarrollo como mujer y madre, ha ido transformando su proceso artístico.
Sendos homenajes son presentados en esta exposición. Viven del cariño, es un ruego por las almas de los difuntos para que “brille para ellos la luz perpetua”. Por su parte, Las estrellas son las joyas de su mente, evoca a la Virgen de la Caridad, Patrona de Cuba, en una sutil síntesis de atributos que expresa la preeminencia espiritual que para ella tiene el símbolo. De ahí que el vestido mariano aparezca decorado con estrellitas que nos recuerdan a Venus, es decir, la capacidad de amar, el gusto por la Belleza y el sentido del valor. Redondeando sus emocionantes piezas, siempre el título nos llena de poesía.
Niurka Fanego Alfonso, curadora.